¿Diversificar reduce el riesgo?

Desde los primeros cursos universitarios a los estudiantes de economía se nos has intentado explicar que el dogma del riesgo financiero es la diversificación. Tanto en gestión de carteras como en negocios hemos visto durante la primera década del siglo XXI como esta teoría se aplicaba con éxito. Inversores y empresarios decidían tener cada vez más heterogeneizados sus ingresos ayudado en parte por la expansión de la globalización y el desarrollo y aplicación de las nuevas tecnologías en el mundo financiero. Diversificar en un negocio significa implícitamente dejar de ser especialista en un campo en concreto, querer abarcar todo pero no dominar nada, la avaricia que algún dia podría romper el saco.

Paradójicamente en las universidades también nos han inculcado que la especialización crea riqueza, qué es el camino para la prosperidad de una nación ( Adam Smith y La Riqueza de las Naciones) Entonces, ¿en que quedamos?  Es preferible repartir esfuerzos en negocios completamente diferentes en pro de reducir el riesgo o focalizar nuestra experiencia y conocimientos en el negocio "core" aumentando nuestro riesgo de no diversificar?

Pues bien, parece que en la actual crisis las empresas nos están enseñando que el camino es justamente lo contrario. Ejemplos los encontramos en el sector bancario español donde La Caixa ha empezado a vender númerosos activos y participaciones de empresas de otro sector para concentrarse en lo que verdaderamente saben hacer y lo que a la fin les ha llevado a la riqueza. Yahoo, IBM o otros grandes de Estados Unidos están tomando el mismo camino deshaciéndose de activos y participaciones completamente opuestas a su objetivo principal.

En tiempos difíciles la racionalidad y el sosiego vuelven otra vez a emanar, devolviendo la forma y la dirección a todas esas empresas que perdieron el norte en busca de más beneficios y que ahora les ha pasado factura.