lunes, 4 de julio de 2011

Irlanda: del milagro al fracaso

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Hoy más que nunca se demuestra que la Economía es una ciencia social, donde la incidencia de los agentes de la economía, esto es,  el comportamiento del Estado, las empresas y las familias,  son capaces de tumbar las teorías y modelos más sólidos y aceptados de esta ciencia. De ejemplos los hay para todos los gustos, desde las políticas postkeynesianas a las neoclásicas, y es que se mire del lado que se mire la economía es muy difícil de predecir, no existe ninguna fórmula mágica que nos guíe por la senda de la riqueza.


Uno claro ejemplo lo tenemos en Irlanda y su modelo de crecimiento desde la segunda mitad del siglo XX hasta la crisis actual. Durante todo el siglo XX la tasa de desempleo era elevadísima y miles de irlandeses decidieron emigrar a otros países en busca de trabajo y una vida mejor,  lo que provocó una reducción de la población hasta los 2,5M (siendo la actual de 4,5M).  La situación tan deplorable en la que estaba sumido el país y unas perspectivas de futuro todavía menos alentadoras propiciaron un giro en la política económica del país, un plan de acción consensuado a largo plazo que les permitiera crecer de manera sostenida. 


El “milagro Irlandés”, como se conoce a este fenómeno, es el proceso de apertura e internacionalización de los mercados irlandeses que junto con una reducción de impuestos incentivó una enorme entrada de capital extranjero e incrementó las exportaciones.  La tasa de desempleo se redujo hasta un 3,6% y obtuvo un crecimiento anual medio del 9% del PIB, muy por encima de sus vecinos europeos. 

El milagro se consumó ante la estupefacción de muchos europeos (y de propios irlandeses). Si en 1981 el “Tigre Celta” era el país más pobre de la Unión Europea,  en tan solo 20 años logró situarse en segunda posición, con una renta  per cápita del 119% de la media de la UE, tan solo por detrás de Luxemburgo y  por delante de países como Dinamarca, Suecia o Alemania.

Muchos economistas y académicos ha enseñado el caso irlandés en las facultades de economía, una ejemplificación válida antes de la crisis de cómo un país se acostó un día pobre y al día siguiente se despertó rico. Un milagro al más puro estilo económico pero que hoy en día ha quedado totalmente en entredicho. Me pregunto que estarán explicando hoy en día esos mismos profesores viendo el fracaso estrepitoso de este país.
 
¿Pero cómo ha conseguido Irlanda pasar de un rápido crecimiento a estar al borde de la quiebra en tan solo 3 años?

Como he comentado antes, uno de los pilares básicos de su éxito fue rebajar los impuestos. Mientras el impuesto de sociedades de la UE es del 25% (España 30%) el de Irlanda es del 12,5%, una especie de competencia desleal para atraer a empresas multinacionales. Como en España, en Irlanda también se generó una burbuja inmobiliaria que estalló en 2008, desplomándose el precio de la vivienda más de un 50% y hundiendo a un sistema bancario fuertemente endeudado con promotoras e inmobiliarias. El gobierno salió al rescate con una inyección de 50.000 millones de euros que terminarían endeudando todavía más las cuentas públicas, alcanzando un vertiginoso déficit del 32% del PIB, cuando las condiciones de la UE no permiten superar el 3% del PIB.

La fuerte exposición internacional también ha sido un condicionante para agravar todavía más la crisis ya que muchas de las multinacionales están empezando a deslocalizarse y dirigirse a los países BRIC (Brasil, Rusia, India y China) donde existe mano de obra cualificada y a un coste menor.

Las diferentes instituciones económicas y políticas ya han acudido al rescate de Irlanda, pero es muy probable que siga necesitando inyecciones de capital para no quebrar. Entre los políticos que se niegan a seguir pagando la fiesta de su vecino irlandés está Ángela Merkel que según declaraciones suyas les ha estado robando empresas durante años con un tipo impositivo ridículo y que se niegan a elevar pese a las presiones.

Hay un proverbio que dice “cuanto más alto se sube más fuerte es la caída”.  Seguro que Irlanda aprenderá de sus errores.

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