Cuando en 2008 estalló la crisis financiera en España los ciudadanos culpamos y pusimos en
el punto de mira (y con razón) a los banqueros, empresarios y especuladores por
crear una burbuja económica que nos acabaría salpicando a todos. Han pasado casi
4 años y no solo seguimos sumergidos en la crisis económica, sino que ha
transcendido además a su vertiente social. Mucha gente puede pensar que la
crisis social sea una consecuencia lógica a una crisis económica, más dramática
y larga de lo esperado.
Yo opino que detrás del estallido económico se escondía un
verdadero estancamiento en los valores y patrones de comportamiento de la
sociedad. Una generación, ésta, que se
acomodó al dinero fácil, rápido y sin esfuerzo. Una población que vivía por
encima de sus posibilidades, donde se premiaba más la imagen que el contenido,
donde lo material superaba a lo espiritual, el irracionalismo y la
deshonestidad dominaban los negocios y el dinero se elevaba como fin supremo de
la vida. Este modo de vivir “inconsciente”
algún día tenía que explotar y creo que las consecuencias las hemos visto en la
economía. En todo problema hay que realizar siempre autocrítica; las
inmobiliarias y los banqueros son simples cabezas de turco, todos hemos sido
partes del problema, ¿acaso un banco iba a dejar dinero si el ciudadano no lo
pide? ¿Porqué una constructora iba a edificar viviendas si nadie las iba a
comprar? ¿Los bancos nos ponían una pistola en la cabeza para firmar hipotecas?
Con esta reflexión a lo que quiero llegar es que la
verdadera salida de la crisis la tenemos las personas, todos y cada uno de nosotros,
empezar una generación con nuevos valores y metas, corrigiendo errores y
aprendiendo del pasado. Os dejos aquí una serie de puntos para vivir de manera “consciente”
vs vivir de manera “inconsciente”, para
poder cambiar nuestra manera de pensar y darnos cuenta que sí, hemos sido parte
del problema, pero también somos parte de la solución:
- Pensar, aunque resulte difícil, contra no pensar
- El conocimiento, aun cuando sea un desafío, frente al desconocimiento
- La claridad, se obtenga o no con facilidad, contra la oscuridad y vaguedad
- El respeto por la realidad, ya sea agradable o dolorosa, frente a la huida de la realidad
- El respeto por la verdad frente al rechazo por la verdad
- La independencia contra la dependencia
- La actitud activa contra la actitud pasiva
- La voluntad de correr riesgos adecuados, pese al miedo, contra la falta de voluntad
- La honestidad con uno mismo frente a la deshonestidad
- Vivir el presente y de acuerdo con él contra replegarse en la fantasía
- Enfrentarse a uno mismo contra evitarse a uno mismo
- La voluntad de ver y corregir errores, contra la perseverancia en el error
- La razón contra el irracionalismo
Totalmente de acuerdo Miguel! Y muy buenos los consejos :)