lunes, 10 de octubre de 2011

Elegir no nos hace más felices

1 comentarios
 

Como dice Eduard Punset, el hombre libre del siglo XXI no es más libre que las generaciones anteriores. Sí, vivimos más cómodos, tenemos más servicios y oportunidades a nuestro alcance, gobernamos en democracia, sin guerras y con una esperanza de vida cada vez más elevada, pero ¿realmente hace que seamos más felices que en otros tiempos? Yo creo que no.
Hoy en día hay tantas posibilidades, tantos caminos que escoger que el mero hecho de tener que decidir entre infinitas opciones nos causa infelicidad. No encontramos el camino porque siempre tratamos de buscarlo. Y cuando lo encontramos nos cansamos enseguida y empezamos la búsqueda de otro, muy probablemente impulsado por las nuevas tendencias impuestas por las grandes multinacionales.  Vivimos atrapados en la propia libertad, no nos queda más opción si no queremos ser excluidos de nuestra sociedad. Un ejemplo clarísimo está siendo el fenómeno de los smartphones. Actualmente más de la mitad de los jóvenes tenemos este regalo de la tecnología que nos permite estar conectados en todo momento a la red. 
¿Una Blackberry o un Iphone nos hace más libres por poder hablar con nuestros amigos a cualquier hora y consultar internet cuando y donde queramos o por el contrario nos hace más esclavos y dependientes de estos objetos para poder vivir? 

¿Y ese reducido número de personas que no deseen convivir con estos móviles por el momento, van a verse obligados finalmente a comprarse esos productos si no quieren ser marginados? ¿Nuestra generación es más libre que las anteriores?

Incluso comprobamos que hasta los más acérrimos enemigos del capitalismo y la globalización son incapaces de vivir y convivir en este mundo sin someterse a esta dictadura del materialismo. ¿Qué pasaría si mañana nos despertáramos y no existiesen los ordenadores, internet o móviles? No sabemos vivir con lo mínimo, necesitamos constantemente elegir, comprar y cambiar las cosas para poder seguir el frenético ritmo de vida del siglo XXI y no quedarnos rezagados. Para mí eso no es libertad.

Mientras la sociedad se preocupa en tener más dinero para poderse comprar el nuevo producto de moda y mantener su estatus, yo me pregunto por qué la depresión se ha convertido ya en la principal causa de enfermedad mundial. ¿Por qué la gente es más infeliz que en generaciones anteriores si estamos viviendo lo que sería una utopía para nuestros antepasados? Como he dicho antes, para mí la explicación está en esa aparente infinidad de posibilidades que tenemos hoy en día pero que en realidad enmascaran la subordinación y dependencia que tienen nuestras vidas a las nuevas tecnologías.

El siguiente gráfico lo he obtenido de una curiosa herramienta de google que te permite ver la frecuencia de uso de las palabras por épocas.  En este caso he comparado la tendencia que han tenido durante los dos últimos siglos las palabras desarrollo y libertad. Como vemos, a partir de la segunda mitad del siglo XX existe un punto de inflexión y se produce un espectacular incremento de la frecuencia de uso de la palabra desarrollo. En cambio, la tendencia de la palabra libertad parece no variar respecto a los últimos 300 años, incluso se aprecia un ligero descenso a partir del siglo XX. Nuestra libertad sigue siendo la misma pese al desarrollo experimentado en los últimos 50 años.


No somos tan libres como creemos ser, y mucho menos, más libres que nuestros antepasados. Lo único que es evidente es que la sociedad del siglo XXI vive más deprimida y estresada que hace 100 años, donde la hambruna, pobreza y guerras estaban al orden del día. Da que pensar….


One Response so far.

  1. Lauris_hm says:

    Da que pensar que una de las noticias del dia haya sido que BlackBerry se ha quedado sin servicio de datos hoy. Los moviles han vuelto a ser simples móviles... gente muy preocupada y ansiosa por que no tenia correo, wathsapp o messenger en la BB.
    Es triste ¿no?...y mi abuela preocupada por la revisión de su tumor... aiiinss! ¿cuando aprenderemos a ver las cosas realmente importantes?

    Muy interesante Miguel, sigue escribiendo cosas así

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